Pulau Pari (Isla Pari) es una de las 108 islas localizadas a 45 km de la costa norte de la ciudad de Yakarta, capital de Indonesia. Colectivamente, son conocidas como las Mil Islas, e incluyen docenas de bancos de arena, arrecifes de coral y manglares. Las islas se apoyan las unas en las otras para cubrir sus distintas necesidades: muchas no tienen agua potable, mientras que otras no tienen tierra fértil para cultivar alimentos. Aproximadamente 300 hogares, con un total de 1.300 residentes, viven en Pulau Pari. La isla solamente cultiva el árbol del pan, cuyo fruto se come tradicionalmente como principal carbohidrato en una comida. En tiempos pasados, la isla tenía una próspera industria de algas marinas, exportando hasta 20 toneladas al Japón, pero las zonas de crecimiento fueron prácticamente destrozadas por un cambio en las corrientes oceánicas ocasionado con la compra de una isla vecina (Pulau Tengah o Pulau H) por un inversor privado y su conversión a centro turístico, que ha sido completado con recuperación de tierras y múltiples embarcaderos para yates. Pulau Tengah había sido previamente habitada y utilizada por los residentes de Pulau Pari para el cultivo de frutas y vegetales; actualmente su acceso a ella está fuera de límites.

En 2010, los isleños (quienes se dedican principalmente a la pesca) decidieron ofrecer la isla al turismo como respuesta a la pérdida de la industria de algas marinas; hoy en día, hasta 1.500 personas visitan la isla cada fin de semana. Desde el 2014, una compañía de nombre PT Bumipari Asri reclama ser propietaria del 90% de Pulau Pari,  con la pretensión de convertir la isla en un centro turístico. No hay claridad de cómo esta compañía ha llegado a ser propietaria de la isla – todo lo que se sabe es que residentes dieron sus certificados de propiedad de tierras, en los años ochenta del pasado siglo, a jefes de aldeas para su actualización, pero nunca les fueron devueltos. La compañía prohíbe cualquier alteración o mejora de tierras, lo que incluye la construcción de nuevos edificios y el mantenimiento de playas para el turismo. Desde el 2015, se ha arrestado y encarcelado a cuatro personas hasta por seis meses por entrar y mantener una playa sin permiso. Las personas residentes viven bajo constante amenaza de ser desalojadas y no saben en donde se instalarán si son forzadas a marchar.